Nuestra tiendecita desde 1953 ahora en internet

Nuestra tiendecita desde 1953 ahora en internet
En la calle madre sacramento 11 de Zaragoza. Ahora también en formato virtual

La vinatería Yáñez su tienda de vinos www.ciriacoyanezimaginador.com

La vinatería Yáñez.
Desde 1953 Su tienda de vinos

Nos ilusiona poder servirle, nos ilusiona seguir estudiando, nos ilusiona que nuestra casa siga creciendo y nuestros hijos jueguen entre las viñas, nos ilusiona crear vinos, nos ilusiona conocer gente que nos enseña, nos ilusiona amar el vino y a las personas que, como usted se acercan hasta aquí, hasta nosotros, la familia Yáñez. Pase a nuestra tienda y siéntase como en su casa. ¿le apetece ver, conocer, probar, comentar, comprar? Esta es su tienda, esta es su casa. Venga y hablemos de vino.
Beatriz Fraj directora de la vinatería y

Ciriaco Yáñez desarrollo de nuevos proyectos

La vinatería yáñez
desde 1953
calle madre sacramento nº 11
50004, Zaragoza.España
telf 976214855 de 10 a 14 y de 17 a 21 horas

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jueves, 15 de julio de 2010

Los Vinos de Ciriaco Yáñez

La Familia Yáñez desde 1919 una vida con el vino. Hacemos vinos con alma


Nuestra familia ha estado en contacto con el vino desde siempre, nuestros abuelos paternos y maternos trabajaron las tierras de la mejor bodega de la Ribera del Duero. El bisabuelo Ciriaco era el prototipo del agricultor amante de la tierra y conocedor de la vid, sin medios ni recursos pero lleno de conocimiento. De nuestro padre aprendimos a reco¬nocer el potencial de las personas, de las tierras, de los vinos y de su difusión, y nuestro hijo ya vendimia con nosotros. En estos últimos 30 años hemos descubierto vinos que, tras algunas cosechas, se han consagrado entre las grandes marcas. Este estilo, el del negociante al modo francés, ha llenado nuestros días, nuestras copas; hemos conocido enormes personas, magníficos viticultores, grandes empresarios y sobre todo tierras, terruños, terroir…, sitios en los que el vino florece como elemento de unión y creación, como elemento de comunión entre las personas. Estos sitios, estas personas, han sido para nosotros modelo admirable de acciones que queríamos realizar, estímulo invalorable para pintar nuestros propios lienzos, para recoger nuestras propias uvas, para llenar nuestras propias botellas, para diseñar nuestras etiquetas, para ser felices laborando; para hacer felices a las personas que se rela¬cionan con nosotros y que nos honran con su confianza, al elegir nuestros vinos, los vinos Yáñez.

De este sentimiento, de esta idea nace el concepto YÁÑEZ, hacevinos Yáñez, winemaker yañez y taller de vino Yáñez han sido algunos de los proyectos que hemos firmado. Así desde 1989 hacemos vinos con alma.

En esas fechas Ciriaco se plantea el hacer y comercializar vinos diferentes, vinos que según sus palabras: “cuenten una historia”. Son los primeros vinos del Taller, simples experimentos que se consolidan en el tiempo y que llegan hasta ahora. A esos primeros vinos de mesa se añaden a no tardar, las primeras experiencias en diferentes denominaciones: En Somontano y en las instalaciones de la entonces cooperativa comarcal del Somontano del Sobrarbe nace el primer Yáñez, un vino divertido y amable; en años sucesivos hicimos un reserva precioso, la primera microexperiencia de parraleta, solo para divertirnos, y luego ya con la nueva bodega pirineos, quince grandes vinos desde blancos especiales a jóvenes, crianzas, reservas, grandes reservas y expresiones. Un gran trabajo que permitió a nuestro Ciriaco aprender, buscar y encontrar pequeñas joyas. Un tinto sobremadurado de garnachas en Terra Alta que fue maravilloso y carísimo, hemos disfrutado de este vino durante diez años, por fin nos lo hemos bebido porque solo le gustaba a Ciriaco. Una experiencia en Jerez por la insistencia de nuestro winemaker en aprender a hacer vinos dulces, el primer vino internacional en el Languedoc, la primera vendimia nocturna, con cascos de minero de merlot y cabernet y la chuletada del amanecer, las risas y las ilusiones en el lejano año 1996. Aquellos vinos que hicimos en Francia fueron la enseñanza para hacer vinos modernos en España, la primera mirada al trabajo en el campo, la primera mirada al trabajo con variedades blancas, la primera mirada al mundo de las maderas y el compromiso con la fruta. Por aquellas fechas el primer Ribera del Duero con el nombre de nuestro jefe don Jose Yáñez se presentó en el mercado. Fue la añada 1994 y aquí Ciriaco se encontró con un año maravilloso y un buen trabajo de viña en Boada de Roa, con la tempranillo, la tinto fino, nació un ribera clásico, así como en Rioja en Villamediana de Iregua sendos jóvenes, crianzas, reservas y grandes reservas con barricas seminuevas y sabores tradicionales un concepto se vería revisado y superado en años sucesivos con las experiencias intento, con unos riojas con alma de riberas de Duero, la ayuda de don Pedro Vivanco fue impagable digna y merecedora de un agradecimiento eterno, también Sergio Galar está siempre allí colaborando y esforzándose, amigos entrañables y maravillosos profesionales, gracias. También por esos años una experiencia fallida en priorato, y una gran enseñanza en la do cava en villafranca, muchísimo aprendido para luego poderlo aplicar en Calatayud donde nacería nuestro hijo más divertido el cava Yáñez-otroyo, magnifico, amoroso y complejo no habría podido nacer sin Cesar Langa, un estupendo profesional que hace fácil lo difícil, gracias Cesar. Y una pequeña experiencia con las garnachas de Miedes, en la coop.San Alejandro, donde Yolanda Díaz lidera un equipo formidable, con el que es un honor hablar. En Borja en las instalaciones de Borsao se trabaja con alguna de las garnachas más interesantes del Moncayo y allí nacen nuestros nohacer. En Cariñena disfrutamos muchísimo y gran agradecimiento con Rafael Díaz, Nacho Lázaro y Jesús Navascues en bodegas añadas, un coupage muy especial nació con el nombre de Ender, mucha ilusión y ganas de romper tópicos sobre la zona. Las fincas de bodegas añadas son increíbles, cuidadas esmeradamente son columnas esculpidas en el aire llenas de vida. Algunos de los mejores momentos que recuerdo en un viñedo los he pasado en la finca Bancales comiendo uvas, bebiendo vino y caminando entre las cepas. El tiempo va pasando y reinventamos nuestra relación con la ribera del duero, hacemos una nueva experiencia con la tinto fino como bandera y la madera y la selección en el campo como idea conductora, de esta experiencia saldrán varios riberas, varios vinos de la tierra de castilla y leon y algún toro. A todo esto añadirle las experiencias en Italia con los moscatos, en Alemania con la riesling, en Francia con el Champagne, el Argentina con la Malbec, en Australia con la Shiraz… ¿Por qué toda esta dispersión, todo este batiburrillo? Las ganas, el deseo de aprender de vivir la vida de beber la vida a grandes sorbos. Y llegamos a los nuevos años del nuevo siglo y Ciriaco se enamora de una tierra aragonesa, aquí cerca de casa. No en Australia, no en Alemania, no en California, aquí en Calatayud, viejas cepas centenarias, espacios que parecen esculpidos desde el comienzo de los tiempos, viñedos increíbles capaces y deseosos de dar una calidad brillante, cegadora, expresiva y grandes profesionales Carmelo Lozano y Clemente Lorcas.

Y es aquí donde surge la pregunta ¿Por qué se enamora Ciriaco de Calatayud? ¿Por qué elige estas tierras y estas gentes para plasmar todo lo que ha aprendido en otras tierras y otras compañías

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