Hola
amig@s
Veréis ,
estoy terminando un nuevo libro "el viñador y otros cuentos de
ribera", este es uno de los cuentos en primicia.
Os
gusta?
abrazos
ciriaco
La
viña muerta
1981
Recuerdo
ese día, no sabía porque mi padre lloraba entre las vides levantadas y las
tierras yermas al lado del monasterio. Pensaba que yo le había
disgustado. Al final, me compró un helado y se me olvidó. Ahora lo revivo a
través de su corazón en esta nota que escribo en su papel con el grafito de su
lápiz casi sin color con mi
mano. Son mis sentimientos, son mis dolores y también, ahora lo recuerdo, ahora lo
comprendo, los suyos, en aquella mañana de la ribera. Entonces era niño, hoy
soy un padre a mi
vez y el recuerdo en la mente de mi
hijo tal vez sea el mismo que yo atesoro en mi alma. La esencia del
dolor, de la pérdida.
“Ayer
pasaba por la carretera con mi
hijo. Habíamos salido a ver el
campo y llegamos a un vidueño que me encanta, está rodeado
por un muro de
piedras , como los clos
de la borgoña. Sube la pendiente que parece escalarla , una escalera de viñas
que se dirigen hacia el cielo. Es el primer campo que arrendé, aún perjudicado
por la desconfianza del campesino hacia el urbanita que viene a redescubrir la rueda y el fuego todo en
uno. Cepas de más de cien años de la garnacha más frutal y concentrada que
imaginarse pueda, asentadas en un lecho de pizarra que aquí le llaman la
tosquilla. Cuando vendimiamos esta finca siempre esperamos todo lo posible
porque desarrolla unos tonos de compota que a mi me enamoran. El enólogo y la gente de la bodega siempre me
quieren convencer de que no espere tanto
-Se
va a pasar
-Va
a venir el hongo
-caerá
un agua y no
podremos ni recoger
…
Mil
pequeños consejos bienintencionados tan útiles como cuando te dicen “ te vas a
caer “ y ya estas en el suelo.
De
esta viña hemos conseguido extraer la esencia más pura del terruño, la
combinación de la alquimia y el corazón. El vidueño es un edén para imaginarse el vino perfecto. En la parte
alta de la colineta hay un cerezo tardío, debajo de esas ramas plagadas de
flores he preparado una comida muy especial para aquella chica que tanto me
gustaba, hoy llevo a nuestro hijo
de la mano mientras paseamos por un campo de batalla lleno de
cuerpos diseminados, lleno de tocones desraizados , agujeros de obuses han
levantado la tierra,
los brazos en posturas inverosímiles explican mejor que cualquier palabra
la sinrazón del poderoso dinero.
El
dueño de la viña ,no me la quiso vender, que le pagaron un dinero por levantarla del
suelo, los tocones en la tierra
hasta que la
firma este puesta en un papel que dice “sin derechos” la tierra queda, nada de viña
sujetará este suelo, ninguna alegría verá este cielo.
Quinientas
mil pesetas miserables son la causa de esta batalla donde los viejos cuerpos
yacen despreciados por su dueño, yacen muertos, caídos, solo leña. Ataúdes de
madera que encierran la fábrica de sabores
y olores ya cerrada, que en otro tiempo latían plenos de
vida, que contaban una historia diferente cada año. Ahora solo cuentan a gritos
el silencio
de la estupidez y la
comodidad.
Ahora
solo soldados desperdigados yaciendo en la tierra, pronto olvidados de todos, el dueño
caliente, el dinero
en la bolsa.
Mi
hijo me pregunta “porque lloras padre” no atino a responderle que nunca en mi
vida volveré a sentir ese aroma, ese sabor. Esta la viña muerta.
Ciriaco Yáñez
Un camino hacia el cielo, amor y tristeza
madre sacramento 16.50004. Zaragoza.España.Spain
telf.( 00 34) 976214855
Taller de imaginaciones de la Vinatería
Yáñez
desde 1953 amamos
investigar
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